IMG_0952Las características físicas naturales de Valparaíso, sumado a la densidad poblacional y su extenso borde costero, plantean la necesidad de contar con un completo sistema de emergencia que involucre a toda la comunidad y que se lleve a cabo en máxima coordinación.

Y precisamente en esta semana en que se dio inicio al año escolar y que la mayoría retoma su rutina de vuelta de vacaciones, hemos sido testigos de fuertes sismos que han azotado a la región generando angustia y miedo ante un terremoto o incluso tsunami de proporciones como el del 2010.

Ante esto, la Municipalidad de Valparaíso inició un fuerte trabajo en el reforzamiento del sistema de emergencia con medidas especiales en caso de sismos o tsunamis, centrándose en la comuna y también en los establecimientos educacionales y consultorios pertenecientes a la Corporación Municipal de Valparaíso (Cormuval).

Ayer se realizó la primera reunión técnica de emergencia, ordenada por el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro, que fue encabezada por el director del Departamento de Emergencia, Ricardo Valdes, que contó con la participación de los prevencionistas de riesgo de la Cormuval, Juan Carlos Vega y Elio Barrera, y el enfermero coordinador de emergencias y desastres de la Cormuval, Boris Cancino.

Destacando el trabajo coordinado e información, el jefe comunal porteño sostuvo que “vivimos en un país sísmico y por lo mismo tenemos que están consientes de lo que pueda pasar. Por lo mismo, debemos estar preparados y en alerta ante cualquier evento natural. Creemos que la coordinación entre todos los actores de la ciudad es vital, por eso estamos trabajando activamente con nuestros profesionales en los establecimientos educacionales y consultorios. La idea es que toda la comunidad porteña sepa qué hacer a la hora de un fuerte sismo o tsunami y así no lamentar pérdidas fatales ni accidentes que creemos pueden evitarse con información”.

En la ocasión, se determinó trabajar de manera conjunta, educación y salud, en un plan de trabajo coordinado ante sismos y tsunamis. Para ello, se reforzarán los sistemas de emergencias en los establecimientos educacionales y en los consultorios, asimismo se comenzarán a crear proyectos que permitan mejorar infraestructura, incorporación de equipos y señaléticas y la implementación de una clínica de campaña.

Al respecto, Ricardo Valdés expresó que “es necesario que al comienzo de las clases, hagamos un repaso de los sistemas de seguridad y aplicaciones del PISE (Programa Integral de Seguridad Escolar) que tiene la obligación cada colegio de hacerlo. Hay profesores, alumnos y apoderados nuevos que desconocen estos procedimientos, por lo tanto por orden de nuestro alcalde estamos trabajando como municipio con las aéreas de educación y salud de la comuna. Queremos estar preparados y que toda la ciudadanía esté consiente y alerta en caso de emergencias naturales”.

En Valparaíso existe una extensa zona de riesgo ante terremoto y tsunami correspondiente a todo el borde costero, donde se han instalado 36 señaléticas informativas. Pero también hay 42 vías de escape y zona segura conocida como la cota 30, es decir una cuadra hacia cerro desde Avenida Colon o Avenida Argentina.

Como la ciudad está debidamente demarcada con señaléticas, las escuelas, liceos y consultorios también deben tener un sistema propio en caso de desastres naturales, especialmente porque se trata de grandes grupos de personas que deben reaccionar de manera coordinada y pacífica. “Por este motivo ahora existe una nueva área de emergencia que está englobando a salud y educación y la comunidad debe saberlo porque sólo de esa manera sabrán actuar a la hora del evento”, agregó Valdés.

foto planoEDUCACIÓN

Los establecimientos educacionales cuentan con planes de emergencia y el programa PISE pero además existen coordinadores y personas encargadas para llevar a cabo dichos planes de emergencia, los cuales tienen metodología especial para el antes, durante y después del evento donde se produce el mayor caos por la preocupación de los apoderados.

De acuerdo a lo informado por el prevencionista de riesgo, Elio Barrera, el trabajo al interior de las escuelas y liceos se basa en visitas a terreno, evaluaciones, charlas, exposiciones y capacitaciones, acerca de los planes de emergencia. “Es de vital importancia que la comunidad escolar primero mantenga la calma y que conozca las vías de evacuación, las zonas de seguridad, que tengan las listas actualizadas de los alumnos de cada clase y las zonas de retiro de los estudiantes”, enfatizó.

En adelante, el trabajo junto con salud y el Departamento de Emergencia consistirá en “reforzar los planes de emergencia, recordar el PISE a los coordinadores, alumnos, apoderados y directores nuevos. Y reiterar los ejercicios de evacuación con toda la comunidad escolar”, agregó el profesional.

SALUD

En área salud, hay cinco puntos estratégicos en la ciudad, que son los consultorios Quebrada Verde en Playa Ancha, Marcelo Mena en Avenida Alemania, Reina Isabel que abarca Ramaditas, Rocuant y Santos Ossa, el de Placeres que contempla sector Esperanza, Avenida España y el plan, y el de Placilla que considera zona de carretera.

Según explicó el enfermero coordinador de emergencias, cada uno de los consultorios insertos en el plan de emergencia está adosado a su Centro de Salud Familiar (CESFAM) que corresponde a los mismos nombres. “Tienen horario continuo de atención de las 08:00 a las 17:00 horas los Cesfam y los Sapus de las 17:00 a las 00:00 horas a excepción del consultorio Quebrada Verde, el de Placeres y el de Placilla que atienden de 17:00 a 08:00 con equipo pre-hospitalario que cuenta con una ambulancia, técnico paramédico y conductor en caso de emergencia y todos los días del año”.

En una emergencia pueden haber pacientes “semi valentes, es decir con contusiones, heridas cortantes o fracturas que se pueden estabilizar, pero el más prioritario es aquel con riesgo vital inminente, o sea que necesite reanimación y posterior estabilización que obligue su traslado al centro de mayor complejidad”, indicó Boris Cancino.

Sin embargo, es necesario saber que en un desastre natural como sismo o tsunami son recurrentes los derrumbes dejando como resultado a muchas personas atrapadas. Por eso, es importante trabajar también en coordinación con Bomberos, Carabineros y la Armada. “El objetivo principal es estabilizar y evacuar. Los cinco Sapus serían entonces centros evacuadores y a la vez estabilizadores”.