DSC00323En todo un acontecimiento se han convertido las subastas que realiza periódicamente el Servicio Nacional de Aduanas en diversas ciudades del país. Este 2013 se ejecutaron 7 remates en Iquique, Valparaíso y Santiago, incluyendo en los catálogos miles de productos de los más diversos tipos y orígenes.

Gracias a la gran afluencia de comerciantes habituales y público en general, durante todo el 2013 Aduanas logró una recaudación récord de $1.168.813.130, es decir, más de US$ 2 millones 330 mil, poniendo a disposición de los oferentes un total de 2.213 lotes.

El último de estos remates se realizó el domingo en el Almacén de Rezago de la Aduana Regional de Valparaíso, lugar hasta donde llegaron decenas de personas para intentar adjudicarse alguno de los 331 lotes disponibles y que fueron rematados por martilleros de la Dirección de Crédito Prendario (DICREP). En esta séptima y última subasta se obtuvo una recaudación de $201.816.830.

Dentro de los productos más disputados estuvieron las motos de agua que se adjudicaron en $2.300.000 y $1.800.000, aumentado ostensiblemente su valor que comenzaba en sólo $299.000.

El Ford Mustang azul, del 2012, se convirtió en el automóvil más disputado: de un precio inicial de $2.900.000 pasó a venderse en $9.700.000, aumentando su valor de remate en más de 330%. A esto se suma el lote más caro vendido en esta última subasta, que correspondió a un camión rematado $12.100.000.-

Los exitosos procesos de subastas que desarrolla el Servicio Nacional de Aduanas todos los años permiten recaudar los impuestos aduaneros del 6% que rigen por sobre todo tipo de importaciones, además de otros tipos de aranceles, y desocupar los almacenes del Servicio y de empresas privadas, que es donde quedan almacenadas o en custodia las mercancías que no son rescatadas por sus propietarios.

Además de la innovación realizada este año para permitir que las personas pudiesen pagar el 50% de valor de lo rematado a través de depósitos en línea en el mismo momento, desde el 2014 Aduanas eliminará la impresión en papel de los catálogos de las subastas, dejándolos disponibles sólo en formato digital.