PRE-insolito-1.jpg_2033098437Mientras la mayoría de los perezosos finge un resfrío o algún problema familiar, hay otras personas que se ponen un poco más creativas a la hora de inventar una excusa para faltar el trabajo: fingen que les entraron a robar a la casa y las dejaron atadas e inconscientes.

Ese fue el caso de esta joven japonesa, residente de Tokyo, que fue encontrada con sogas y cinturones alrededor de su cuerpo y llevada rápidamente al hospital para ser revisada. Tanto los médicos como la policía acordaron que la pobre chica había sido víctima de un robo.

Sin embargo, cuando la mujer fue dada de alta en el hospital, la policía se dio cuenta de un dato muy particular: no había señales de que nadie haya entrado a la fuerza a la casa de la joven. No había ninguna cerradura forzada ni ventanas rotas.

Según dijo la prensa japonesa, la misma mujer le admitió a los oficiales que «no quería ir a trabajar así que, como excusa, me até a mi misma».