Un hombre de Washington que hizo explotar a la perrita de la familia pues creía que estaba poseído por el demonio, no será juzgado por crueldad animal, ya que según las autoridades, la mascota no sufrió.

exploto_a_cabella.jpg_2033098437Policías del condado de Skamania llegaron a la casa de Christopher W. Dillingham la madrugada de este domingo, luego que los vecinos reportaran varios estallidos.

Horrorizados, los agentes encontraron partes del cuerpo de la perra regadas por todo el patio de Christopher, padre de familia de 45 años de edad.

Christopher es dueño de un negocio de fuegos artificiales y tiene un largo historial criminal relacionado con lo mismo.

Según el hombre «Cabella», como se llamaba su perra, estaba poseída por el demonio. Entonces ató explosivos al cuello del can y los encendió, esperando que esto acabara con su «diabólico sufrimiento».

Christopher ha declarado que su ex novia le entregó a Cabella, luego que su primo ya no pudiera hacerse cargo de ella; no obstante, afirma que antes de llevarla con él, la ex pareja «puso al Diablo dentro de la perra».

El hombre será procesado por su alta peligrosidad y posesión imprudente de explosivos, pero no por crueldad animal.

Para las autoridades es necesario contar con pruebas del sufrimiento animal, que en este caso no existen pues la muerte de Cabella fue instantánea.