IMG_6894 Una innovación tecnológica con sello Made in Chile, es la utilización biotecnológica de la bacteria marina Cobetia, microorganismo que no daña al medio ambiente y tampoco pone en riesgo la salud de las personas, y que gracias a su capacidad antimicrobiana inhibe los sistemas de comunicación de los organismos patógenos, reduciendo y controlando significativamente la aparición de infecciones intrahospitalarias.

Es que las infecciones intrahospitalarias se han convertido en un problema de alto impacto en los sistemas de salud, tanto públicos como privados, especialmente en las salas de cuidados intensivos, pabellones quirúrgicos, las áreas de neonatología y aquellas habitaciones con pacientes inmunodeprimidos.

La novedosa tecnología desarrollada por el grupo de Biotecnología Microbiana de la Universidad de Valparaíso, liderado por el doctor en Biología Molecular Alejandro Dinamarca —quien descubrió el enorme potencial de las bacterias marinas de Chile y en especial de la Cobetia, cuyo hábitat sólo se encuentra a metros de la concurrida playa de Reñaca—, permitirá en distintos formatos eliminar a los microorganismos patógenos a un bajo costo.

Estas bacterias provienen, específicamente, de la zona de Montemar y han sido caracterizadas a nivel básico, molecular y microbiológico. “Sabemos cómo utilizarlas para producir moléculas de alto valor agregado de acuerdo a nuestros requerimientos, bajo condiciones muy controladas en el laboratorio”, aseguró el biólogo molecular.

La investigación, que se viene desarrollando desde hace ocho años, le valió el reconocimiento de la Fundación Copec UC, que distinguió al doctor Dinamarca por su innovador estudio, que desde la ciencia básica pasó a la tecnología aplicada, con un enorme potencial tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.

Ese es el espíritu que tiene la Fundación Copec UC en este caso, y lo que hace un poco es reconocer el trabajo que hemos venido haciendo desde el año 2005, fecha en que empezamos a trabajar con bacterias marinas, y específicamente con moléculas producidas por estas bacterias, que tienen la capacidad de actuar como tensoactivos y además tener aplicaciones en el área de controlar infecciones producidas por diversos patógenos; dentro de esos patógenos encontramos patógenos de peces y también patógenos humanos”.

De acuerdo a lo explicado por el profesor Alejandro Dinamarca, esta tecnología es muy versátil y permite su aplicación en distintos formatos. El objetivo es desarrollar estrategias que permitan evitar infecciones intrahospitalarias, a través de un recubrimiento para todo tipo de superficies, que puede ser aplicado en paredes y mobiliario hospitalario en general, como también la fabricación de dispositivos de uso médico.

Pueden ser pinturas para ser utilizadas en áreas específicas; también recubrimientos para nuevos dispositivos médicos, por ejemplo de uso urinario como catéteres. En ese caso lo que estamos haciendo es incorporar un producto que no va a ser invasivo, que actúa evitando las bacterias que son eventualmente patógenas para las personas”, sostuvo Dinamarca.

La ventaja directa de este nuevo producto radica en que no es generado por una vía sintética química; es decir, por su origen biológico es inocuo para el ambiente, no tóxico para especies biológicas ni para el hombre, y no utiliza agentes que puedan ser de alto costo. “Eso es algo que muy relevante, dado que el gran problema al desarrollar agentes antibióticos y antimicrobianos es que también pueden ser tóxicos contra las personas, y en este caso lo que buscamos es precisamente desarrollar agentes que no sean tóxicos para la salud humana”, advirtió el académico.

En la actualidad la tecnología está siendo desarrollada para su aplicación en salud humana gracias al aporte de la Fundación Copec UC.