Durante el período de Harald Beyer como ministro de Educación, varias fueron las quejas respecto al escaso diálogo que se pudo entablar con él, no sólo por parte de los estudiantes, sino también del Consejo de Rectores. Sin embargo, con la llegada de Carolina Schmidt a la cartera, quien en pocas horas ha promovido esa instancia además de la posibilidad de llegar a acuerdos, pareciera vislumbrar un panorama diferente.

Algo que para el vicepresidente del Consejo de Rectores, Juan Manuel Zolezzi, parece una buena señal: «Me quedo con las palabras de que ‘se ha iniciado una nueva etapa con bastante diálogo y acuerdos’. Me parece que ella puede ser parte de esa tarea y, en primer lugar, le quiero desear la mejor de las suertes a nombre del Consejo de Rectores, me parece que es una persona capaz, bajo todo punto de vista, y esperamos tener las mejores relaciones, aunque siempre vamos a decir cuando las cosas no nos parezcan o no apuntan al sentido correcto».

En tanto, tras ser consultado sobre las críticas respecto a su asignación, que apuntan a su nivel de aprobación (71%, según encuesta Admimark) más que a su conocimiento en materia educacional,la autoridad del Cruch manifestó que «ella puede asesorarse» agregando que «obviamente que cuando uno elige un cargo busca por algunos objetivos».

En la misma línea, Juan Pablo Valenzuela, del Centro de Investigación Avanzada en Educación de la U. de Chile (CIAE), indicó: «yo creo que la señal de esta ministra, aunque no tenga experiencia en educación, es de que estamos disponibles a avanzar y el ejecutivo, al menos el Presidente,  la escoge para ese objetivo y yo creo que habría que aprovecharla».