Apreciado Caballero de la Rosa

Soy un hombre de casi 70 años y me casé después de los 40 con una viuda que tenía dos hijos, a los que sumamos dos más. El tema es que ella me tomó como proveedor para sus hijos y los nuestros, pero nunca me siguió en mis sueños o proyectos. Tuve un infarto hace unos 7 años y me pregunto si vale la pena seguir arando en el mar, porque prefiero andar ocupado que volver a casa, ya que ella realmente no me entrega amor. No tengo otra pareja, pero me da pena sentir que me he perdido toda una vida. ¿Qué me aconseja, Caballero?
Pedro, Desencantado.

Estimado Pedro:

Nunca es tarde para buscar la felicidad. El ser humano tiene ese mandato y cuando se llega a tu edad, el futuro se acorta y hay que reaccionar. Si no tienes necesidad de seguir trabajando para cumplir con tu familia, haz un corte y cambia de actividad. Si tu mujer no te sigue o tú no logras integrarla a tus cosas, es mejor que le asegures su parte económica, a ella no a los hijos que ya son adultos, y te abras al mundo. Hay tanta mujer sola y la mayoría personas valiosas, que es un pecado caminar solo en la etapa en que más se necesita compañía. Lo sano es que te tomes tu tiempo para vitrinear, hacer lo que dejaste pendiente, viajar en grupos de tercera edad puede ser una linda ocasión para conocer mujeres solas. Un infarto con la tecnología actual no es impedimento para hacer una vida normal y si tus energías están fuertes para trabajar, lo estará para descubrir nuevas relaciones. Sinceramente, te recomiendo tomarte al menos un año sabático y ver que pasa. A lo mejor Doña reacciona y las cosas cambian para bien. Buena suerte, Pedro, me cuentas cómo te fue.

Caballero de la Rosa