A la derrota inapelable ante O’Higgins, el Decano requiere a la brevedad de nuevas piezas que afirmen el bloque posterior, y definitivamente, un mayor control sobre un grupo muy radical de hinchas hermanados permanentemente con la violencia.

Santiago Wanderers vs Unión Española

Mañana, Wanderers debutará “como local” ante Unión La Calera en el estadio Lucio Fariña Fernández de Quillota. Y lo hará con cero puntos, un partido pendiente por jugar aún (ante Universidad de Chile) y con la incertidumbre de saber si Ivo Basay finalmente se convenció que su plantilla requiere con suma urgencia, un par de piezas que le afirmen el feble bloque posterior, que tan mal se vio en Rancagua ante O’Higgins, en lo que fue el reestreno de los caturros en la competencia de 1ª división.

Si bien está dentro de las posibilidades del fútbol, perder un compromiso, la realidad de Wanderers indica que la actual plantilla del Decano está muy lejos de “dar la sorpresa” como presagió en este mismo medio hace algunas semanas, el timonel de los caturros, Jorge Lafrentz. Al menos por lo hecho en Rancagua, el elenco porteño insinuó más de lo que concretó y terminó siendo superado en todas las líneas por un mediocre cuadro de O’Higgins, a que sólo le bastó aprovechar las ya reiteradas licencias defensivas del conjunto de Valparaíso, falencia que se arrastra desde la temporada pasada y de manera evidente.

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ERRORES RECURRENTES

Hincando el diente en el rendimiento del bloque posterior de los caturros, la salida de Mauricio Prieto durante el entretiempo del cotejo disputado en Rancagua –a causa de una deshidratación por dolencias estomacales previas-, y posteriormente la de Agustín Parra –nuevo esguince de rodilla-, dejó a las claras que no hay más recambio ni piezas que puedan suplir alguna emergencia como la ocurrida en la capital de la 6ª región. El mal momento de Eric Godoy y la prolongada espera por la recuperación definitiva de Eladio Rojas, tienen a Ivo Basay pensando en reubicar al volante de contención, Andrés Robles –ausente por estar en el Sudamericano Sub-20 con la selección chilena- en la plaza de defensa central, para “parchar” esa zona. Claramente, una apuesta arriesgada, buscando “optimizar los recursos” con los que se cuenta.

 Los dos goles de O’Higgins, fueron anotados gracias a la pasividad de una zaga que sigue mostrando problemas de fundamentos de sus laterales, y una falta de sincronización evidente en los cruces de quienes ejercen la plaza de defensores centrales. En este sentido, el capitán Jorge Ormeño no da abasto con una serie de tareas que debe asumir desde la contención, y por lo mismo, llama la atención que tanto el técnico Ivo Basay como la dirigencia caturra, insistan en la no necesidad de traer más defensores.

Si Wanderers no quiere verse nuevamente amenazado por el fantasma del descenso, sus directivos –de común acuerdo con el cuerpo técnico-, deberán generar los recursos necesarios para reforzar un sector que desde toda la temporada 2012, viene mostrando yerros inexcusables e impropios para jugadores incluso experimentados.

 AL DEBE

En cuanto a los dos debutantes que jugaron en Rancagua, los aportes del argentino Nicolás López Macri y el ex Unión Temuco Matías Donoso, habrá que medirlos en relación al rendimiento global de Wanderers en Rancagua. El trasandino debió asumir una función de volante ofensivo por derecha, alternando buenas y malas, pero a la larga, sucumbiendo en la refriega con los defensores rivales. Donoso en tanto, gozó de un par de ocasiones en el arco rancagüino, pero no gravitó mayormente en ofensiva. Se espera que la presencia del otro refuerzo, Leandro Torres, el rendimiento de Wanderers y su ofensiva, mejore de cara al duelo de este sábado ante los caleranos.

 Por ahora, lo más preocupante para el Decano, es conformar un bloque posterior que dé alguna garantía de solvencia. La ausencia de Parra y la prolongada espera por Herrera, restringen el margen de acción del técnico Ivo Basay a la hora de echar mano al recambio.

 LIMPIEZA INTERNA

Otro hecho no menor fue el nuevo episodio de violencia protagonizado por un grupo de hinchas de Wanderers con Carabineros de Rancagua, situación que dejó a seis detenidos y un par de efectivos policiales contusos. El enfrentamiento habría sido provocado –según la versión de los hinchas porteños- por el ataque a un bus con barristas caturros. Esto habría detonado una reacción de los afectados, para lo cual arrancaron tablones de la galería sur del estadio El Teniente.

 Las fuerzas policiales, amparadas en el programa Estadio Seguro, buscaron acabar con esta acción de los forofos porteños, pero la situación derivó en enfrentamiento, lo que incluso detuvo el inicio del segundo periodo del partido, por espacio de 20 minutos.

 oh-sw 1Independientemente de las razones expuestas, no es primera vez que hinchas del Decano, protagonizan episodios de violencia en Rancagua. La evidencia de las imágenes aportadas por la transmisión del directo del Canal del Fútbol, dejó de manifesto el grado de irracionalidad de un reducido –pero efectivo- grupo de barristas, que cada vez más, dañan la imagen del club porteño. Por lo mismo, sería bueno que el directorio de la institución, tomase cartas en el asunto para intervenir directamente en esta situación, tomando medidas reales que eviten la presencia de violentistas en las barras afectas al Decano,

 La opinión pública tiene a generaliza estos episodios, endosándole a la institución, la responsabilidad directa por estos actos irracionales. Por ello, el directorio de Wanderers debiera actuar desde ya, para evitar este flaco favor que fecha a fecha, un reducido grupo de malos hinchas, ensucie la imagen del Decano del Fútbol chileno. Hace dos semanas, hubo un ataque verbal al gerente del club, con destrozos (menores, pero destrozos al fin y al cabo) de su automóvil; luego, una protesta y rayados en la sede de Wanderers. Posteriormente, lo de Rancagua el pasado sábado. ¿Qué vendrá para más adelante? ¿La muerte de un hincha o de un carabinero? Es hora de actuar y no de explicar o justificar.