Roberto Retamal Pacheco

 Dicen que camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Sabia recomendación. Hoy en día “el que pestañea pierde”. Es cosa de salir a mirar cómo algunos afortunados alcanzan la ventaja precisa para dejar pagando a otros, más lentejas p ( por no decir “pavos”) que se quedan esperando la breva pelá en la boca.

Esos mismos calmatoles son los que después andan llorando por su mala suerte. A veces uno termina entendiendo que si nos avivamos, luego saldrá otro compadre que se adelantará en la fila y logrará que lo atienden primero, habiendo llegado de los últimos. ¿Ha visto casos como esos alguna vez…?

Por todo lo anterior es que me  he puesto el megáfono para avisar con tiempo: ¡ojo, se viene una tremenda oportunidad de conseguir pegas. Hablamos de “buenas pegas”

 ¿Dónde tanta maravilla? nada menos que en la gran minería.

   ¡Sí, amigo mío!.  A nuestras playas, a nuestro patrimonio, a nuestras universidades y a nuestro puerto se nos viene la tremenda Mansa Mina que habrá en Los Andes. Hablamos, por cierto de la Andina, que se está transformando en uno de los principales minerales a rajo abierto del continente y del mundo. Será la nueva Chuquicamata chilena

   Tal como se lee. ¿Usted no sabía?…

   -“Esteee sí, algo había oído”.

   -¿Ve que es bien quedao? Eso pasa.

    Se nos arrancan las tortugas y después, cuando ya es tarde andamos llorando “porque nadie me avisó” ¿seremos?

   Como en la Municipalidad porteña todos andan de lo más avispados, ya se dio forma a la carrera de técnico en minería en un emblemático liceo. Es una clara señal de lo que viene.

   Valparaíso turístico, patrimonial, portuario, legislativo y “minero”. Que más  podríamos pedir.

   Nos estamos viendo