La organización lleva 13 años trabajando en Casablanca. Realizan alrededor de 30 esterilizaciones de bajo costo, cada mes, pero las voluntarias son pocas y se enfrentan a un desafío cada vez mayor: controlar y reducir la cantidad de animales callejeros en Casablanca.

“Este asunto no para. Yo creo que se está escapando de las manos”. Con estas palabras Scarlet Baez, de la Protectora San Francisco de Asís de Casablanca, resume la realidad crítica de los perros callejeros en la comuna.

Para la voluntaria, el problema radica en la ausencia de una ley efectiva que regule la crianza de estos animales. Prueba de ello es el aumento de perros vagos de raza, afirma: “En la mayoría de los países donde se ha podido controlar a los perros vagos, tienen como norma esterilizar a los animales al momento de nacer, prácticamente”.

Sin embargo, acá en Chile “es muy fácil comprar una pareja de determinada raza y la persona comienza a hacer una crianza por su cuenta, no pudo venderlos y los bota. Si te das cuenta, hay mucho perro de raza en la calle”, lamenta.

Junto a ello, sin duda, está también la falta de educación en la tenencia responsable de mascotas: “hace falta explicar, desde la infancia, que un perro o un gato son seres vivos con derechos, que las personas dejen de verlos como un objeto que cuando deja de ser bonito o agradable simplemente se bota a la calle”.

Voluntarios

Las siete voluntarias de la Protectora se las arreglan para financiar gran parte de las esterilizaciones que realiza mensualmente el médico veterinario Oscar Saldaña. Sin embargo, Scarlet ve la urgencia de reclutar nuevos integrantes que multipliquen la eficiencia en este trabajo.

“Estamos súper dispuestas a recibir más gente, me encantaría contar con una brigada de jóvenes pues hay que ir renovando el equipo, siempre pienso el día que se mueran estas siete viejas locas yo no sé que va a pasar con los perros en Casablanca porque no hay nadie más, no hay interés de las personas. Sería ideal que gente joven se reuniese con nosotras o forme otra organización que vaya en pos del cuidado, protección y educación en la tenencia responsable de animales”.

Financiamiento

 Con mucha vocación, el veterinario asociado realiza esterilizaciones que van desde los $12 a los $15 mil pesos. “Es menos de la mitad de lo que cobran en una clínica”, destaca Scarlet. Sin embargo, la Protectora financia una buena parte de las operaciones mensuales, dado que se trata de animales callejeros o que pertenecen a personas de escasos recursos.

Para enfrentar esta realidad, la Protectora recibe “apadrinamientos”, esto es, colaboradores que puedan financiar una o parte de una esterilización o castración. Además, en septiembre solicitaron una subvención mensual de $100 mil al Concejo Municipal. “Todavía no hemos tenido respuesta pero espero que sí, que sea positiva porque eso nos ayudaría bastante para operar más perritos”, explicó.

Ataques a personas

Finalmente, y frente al problema de seguridad que representan los perros vagos, Scarlet Báez fue enfática en señalar que “es una realidad que no se puede desconocer. Hay perritos que atacan a las personas, y para eso se requiere que el Municipio disponga de un canil, para retirar y mantener a los perros pero en buenas condiciones”, indicó.

Dentro de las gestiones pendientes, está además el anunciado trabajo con la Fundación Stuka y el municipio local, confirmó la voluntaria: “efectivamente estoy en conocimiento de que existe la Fundación y en más de una ocasión el alcalde (Rodrigo Martínez) me ha dicho que vamos a reunirnos, pero hasta el momento eso no ha ocurrido. Esperamos que sea pronto”, indicó.