Muchachos dejaron que les tomáramos fotos. Los días previos a las Fiestas Patrias serán claves para reactivar las movilizaciones, según dirigentes universitarios y secundarios de la región. Historiador Sergio Grez analiza momento actual y proyección del movimiento.

Por Marysol Bustamante

Las tomas estudiantiles por dentro

A diferencia del año pasado, las movilizaciones no han sido pan de cada jueves. En nuestra zona, sólo tres  establecimientos educacionales están movilizados, y un plantel universitario de la región muestra lienzos en sus fachadas. En comparación a Santiago, Valparaíso, la capital legislativa del país se ve tranquila y sin mayores sobresaltos en cuanto a protestas se refiere.

Comenzando el segundo semestre, los tres liceos emblemáticos de la región están en toma; el Liceo Guillermo Rivera se acerca a cumplir un mes movilizado, el Liceo de Viña del Mar (ex de Niñas) no alcanza las dos semanas y el Industrial de Miraflores, cuenta la misma historia, mientras uno de los suyos está grave en el hospital tras caer desde el techo en plenas labores de vigilancia.

 Por la vereda universitaria, los paros programados de algunos carreras humanistas de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y la toma de la sede José Miguel Carrera de la Universidad Técnica Federico Santa María nos hace recordar, a tres meses de terminar el  año, que la causa estudiantil sigue ahí, ad portas de que las Fiestas Patrias y las elecciones municipales embarguen la coyuntura nacional.

“Se nos fue el año” dice Pablo Chamorro, estudiante de pedagogía en Matemática y presidente de la Federación de Estudiantes de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. “Este ha sido un año para mantener el movimiento”, sostiene con un tono calmado, y asegura que “es una lucha conjunta, esta vez  hemos entrado a reflexionar sobre la causa, que hoy pertenece a la sociedad, no sólo a los estudiantes”.

Por su parte, Alexis González, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Técnica Federico Santa María sede Viña del Mar, dice al cierre de esta edición, que la reactivación es inminente. “Esta semana deberían existir manifestaciones de carácter familiar y la próxima semana marchas igual de masivas que la del 28 de agosto. Demostraremos que no estamos dormidos”.

Revitalizadores del movimiento estudiantil

El 2011 los protagonistas fueron los universitarios, los que se encargaron de articular una crítica dura y profunda al sistema actual y de difundirlo a todos los habitantes del país, sin dejar a nadie indiferente. Esta vez, al igual que el 2006, los secundarios dan el primer paso para reactivar la lucha por la desmunicipalización, y por una educación gratuita y de calidad.

El Liceo Guillermo Rivera fue el primero en movilizarse. Pedro Rodríguez, presidente del Centro de Alumnos dice que “creo que provocó una reacción entre los estudiantes de la región y eso es rescatable, ya que nos enteramos sobre la toma de la Universidad Santa María, eso nos llega y hace que no bajemos los brazos”.

Las rejas del Liceo Guillermo Rivera están atravesadas por sillas y pupitres. Todos los días, bajo la vigilancia de un carabinero, los cerca de treinta alumnos que hoy duermen en la toma se dividen las tareas para mantenerse movilizados. La mayoría se ve cansado, pero felices de ser los impulsores de la movilización en la ciudad jardín. Son “los 30 de la toma”.

“¿Una moneda para la toma?” dice una estudiante afuera del Guillermo Rivera mientras otros tocan la guitarra para conseguir dinero. “Tenemos varios comités para mantener todo limpio y organizado” dice. En el patio hay un mural con frases y consignas. En el casino, un círculo hecho con bancas marca el lugar de las asambleas, y algunas salas funcionan como dormitorio.

Misma historia cuentan los alumnos del Liceo de Viña del Mar (avenida Libertad esquina 2 Norte) que se tomaron hace poco el establecimiento. Dentro de sus motivaciones también está la propuesta a nivel nacional hecha por la Aces y la Cones, que básicamente, consiste en la desmunicipalización de la educación, más su petitorio interno.

Coordinados

 Por el momento, el Guillermo Rivera está coordinado con el Liceo de Viña del Mar, que sigue recibiendo la beca Junaeb, lo cual determina la rutina de los alumnos en toma. “Nos levantamos lo más temprano posible, los que hacen guardia pueden dormir hasta más tarde. Tomamos desayuno con los del liceo de Viña, luego limpiamos y hacemos asambleas para organizarnos, vamos a almorzar, y siempre tenemos visitas de universitarios. Hay comités de difusión, y nos estamos coordinando”. Cuenta Pedro Rodríguez, del Guillermo Rivera, quien deja a El Epicentro tomar fotografías de la “toma por dentro”, un gesto, ya que no dejan hacer lo mismo a los medios tradicionales.

Durante la semana, según Rodríguez, se han mantenido trabajando por la creación de talleres y un petitorio interno, ya que la toma del establecimiento tiene como motivación la lucha nacional por la educación. “Nosotros queremos implementar un petitorio interno para que deje su rastro la toma, que el pabellón sea construido,  una nueva fachada, baños y camarines. Estamos bien, la corporación nos dio cosas antes, pero no tenemos un petitorio oficial, es la demanda secundaria nacional, el rechazo del proyecto de ley Hinzpeter son nuestras principales banderas de lucha”.

Por su parte, el Liceo de Viña posee un petitorio interno. El presidente del Centro de alumnos del establecimiento, Cristián Salas, comenta que “apoyamos las demandas nacionales y paralelamente, elaboramos un petitorio interno junto a profesores, apoderados, alumnos y asistentes de educación, cuyo principal punto es el proyecto bicentenario, donde se prometieron muchas cosas, como un liceo nuevo y remodelado, con una nueva infraestructura,  data show y hasta el momento, sólo hemos visto pintura en las salas y computadores que no se usan”.

Ambos dirigentes secundarios comentan que han trabajado en conjunto con los universitarios, cuya  prueba de ello fue la manifestación que se hizo a las afueras de la Seremi de Educación hace unas semanas atrás. Pero Pablo Chamorro, líder de la PUCV, reconoce que están en deuda.  “Contacto hay, todos entienden que es la misma lucha. El trabajo concreto no lo hemos logrado además de la actuación en la seremi,  estamos en deuda y es urgente coordinarse, está complicada la cosa, hay que entender que nosotros al no estar movilizados, ha faltado un apoyo en lo material, pero sin duda se están coordinando, y el mayor apoyo es movilizarnos, pero vinculo hay”.

Vereda universitaria

Hasta la primera semana de septiembre, la José Miguel Carrera de la Universidad Técnica Federico Santa María, sede Viña del Mar, había sido desalojada y posteriormente, con un quórum del cincuenta por ciento, el plantel volvió a las movilizaciones. Según Alexis González, presidente de la Federación de la casa de estudios, comenta que “en la región esta semana se radicalizará,  y las manifestaciones serán en paros de actividad académica, Universidad de  Valparaíso, y  la nuestra”.

Por su parte, Pablo Chamorro, presidente de la federación de la PUCV sostiene que este año ha sido para mantener el movimiento, donde la reflexión marcó los pasos del movimiento durante el primer semestre: “Vimos un 2011 movilizado pero con poca ganancia concreta, creo que debemos apostar a un 2012 con un primer semestre reflexivo y un repliegue, que la idea es que no se mantenga. La única forma de volver a ponerlos en la mesa es con movilización. El primer semestre se olvidó el conflicto educacional hasta que volvieron las marchas, hasta eso el tema no se hablaba”.

Según Chamorro, la PUCV actualmente se encuentra trabajando activamente en coordinación con las universidades de la región, y comenta que “es momento de echar a andar el movimiento, que empezó a en agosto y ahora se complica con las Fiestas Patrias, pero una vez que cobra fuerza la radicalidad es una consecuencia de la reflexión”.

En tanto, la secretaria general de la Federación de la Universidad de Valparaíso, Marjorie Cuello, sostiene que la semanas antes de las Fiestas Patrias es clave para la revitalización del movimiento: “El impulso lo hemos estado dando, el gobierno no nos ha dado respuestas suficientes y han transformado nuestras demandas en algo malo, y desde ahora en adelante la consigna es la movilización para motivar a nuestros compañeros”.

Sin embargo, Chamorro comenta que  existen otras causas por las cuales el movimiento se reactiva en agosto y no durante el primer semestre.  “Las condiciones objetivas fueron complicadas. De los cien movilizados cuántos tuvieron que irse, congelaron etc. Ya no están los mismos, hay un periodo natural de, digamos, una ola que revienta que debe recogerse para volver a hacerlo. Es un año para mantener y no hay que hacer futurología, puede pasar que recobre y sea lo mismo y más, pero por ahora lo más concreto son fijar nuevas fechas y pasar la coyuntura, la creatividad será un papel  fundamental”.

Repliegue y reactivación

Sergio Grez, historiador y académico de la Universidad de Chile –cuya sede central está tomada- quien denominó el año 2011 como un “año bisagra”, que marca un antes y después en cuanto a las movilizaciones, enfatiza en el cansancio propio de los seis meses de movilización del 2011, y la reactivación que hoy experimentan los estudiantes.

“A groso modo, el primer semestre transcurrió en una línea de rehacer fuerzas, de recomponer y prepararse para nuevas movilizaciones, lo que no quiere decir que estuvieron ausentes, hubo dos importantes, pero desde comienzo de agosto, tal y como fue anunciado, se ha iniciado un nuevo flujo  de movimiento estudiantil con un rol destacado de los secundarios a través de la Aces y la Cones”.

Si bien hasta el momento hemos presenciado pocas movilizaciones, éstas han sido de carácter masivo. Ejemplo de ello es la marcha del pasado 28 de agosto, que según Grez marca un punto de inflexión: “La última movilización del 28 fue muy masiva en la capital y regiones, lo que marca un punto de inflexión en las características del movimiento durante otoño, ahora el escenario no sabemos que será los próximos meses”.

Por otro lado, la coyuntura nacional de los próximos días es clave, tal y como lo sostuvo en párrafos anteriores Marjorie Cuello. Grez dice que septiembre no es una amenaza “dentro de quince días viene el receso de Fiestas Patrias, pero no creo que perjudique las condiciones de las movilizaciones, aunque es difícil prever de qué forma se van a producir”.

Por último, Grez sostiene, en base a la experiencia del año pasado, que es necesario que más organizaciones se unan al movimiento estudiantil debido al actuar del gobierno. “Lo ocurrido el 2011 demuestra que  con los estudiantes solos no basta para doblarle la mano al gobierno e iniciar un proceso de desmantelamiento de la educación de mercado, ya que ante la intransigencia, la única política posible es generar y sumar más fuerza y aliados, fundamentalmente los trabajadores organizados. Mientras eso no ocurra, se podrán conseguir algunas concesiones parciales, pero será muy difícil  de lograr los objetivos centrales del movimiento”