Por Grecia Valdés (Alumna de Periodismo de la Universidad Viña del Mar).

Que la atención es lenta, que los funcionarios tratan mal a los pacientes, que los insumos son pocos, que no hay medicamentos, que las horas para especialidades demoran en ser concedidas, que la infraestructura es pobre, etc., etc., etc., son las quejas constantes de los usuarios del servicio de salud pública, en especial de los Cesfam (Centros de Salud Familiar), en donde las irregularidades que suceden son, en parte, por falta de recursos que deben ser incrementados por el Estado, como aval de todos los chilenos,  o por la municipalidad a la que pertenecen sus vecinos.

La realidad discrepa de los ideales que, en ocasiones, quedan convertidos  en utopías, y estos centros preventivos, colapsan en capacidad; el personal de servicio no da abasto y el presupuesto obtenido no suple las pretensiones que exigen sus pacientes, como las de la vecina Patricia Moya. Ella, residente del sector de Chorrillos, se atiende en el Cesfam Dr. Marco Maldonado, ubicado en calle Álvarez, a un costado del Hospital Dr. Gustavo Fricke en Viña del Mar,  y del cual declara  “esta es la salud que nos toca a los que no tenemos plata”.

Esta paciente del Cesfam no se queja 100% del trato, pero asegura que podría ser más expedito. “Generalmente se demoran entre 45 minutos y una hora y media en atender, en verano o cuando hay buen clima casi no importa, pero en fechas como estos días con frío y lluvia no se soporta. En tres filas de bancas pretenden que nos sentemos todos los que llegamos y que no somos pocos, se hace chico y están todos ahí con las enfermedades, tosiendo. Y cada 30 minutos aparece la señorita que uno le pregunta y te dice ‘espere no más,’ es todo lo que podemos hacer. No porque no pueda ir a una clínica, significa que tengo que ser tratada con la punta del pie.”

Patricia dice sentirse “mendigandoalgo que debería ser equitativo para todos: la salud, una garantía fundamental. Y si se analiza en profundidad, Viña del Mar, una comuna con recursos elevados en comparación a otras, como Valparaíso o Quilpué, no posee tantos problemas como asegura la vecina.

Así lo respalda el director del Cesfam Marco Maldonado, el doctor George Hubner, quien comenta esta situación, negando la responsabilidad de las ineficiencias al establecimiento. “Los Cesfam se financian mediante el per cápita entregado por el estado y las colaboraciones, además las municipalidades entregan un financiamiento extra, que en el caso de Viña son 3.000 millones de pesos, suma no despreciativa, en comparación a comunas como Valparaíso que sólo se financian con el per cápita. Esta comuna es afortunada, su salud pública es una de las mejores, nuestro nivel de reclamos es bajo. De que se puede mejorar, obvio, nuestros pacientes ven y perciben nuestros esfuerzos

Con respecto a los recursos, el doctor Hubner es incisivo en su postura. “Con $3.300 por persona al mes para insumos y medicamentos e infraestructura, que es el per cápita que entrega el Estado por paciente, ¿realmente se puede hacer algo? El problema radica en el Estado, en que no deberían existir inequidades entre una persona que vive en Viña y otra que vive en Olmué, no deberían depender del financiamiento que entrega la municipalidad para prevalecer, es injusto. El per cápita debe subir, para accionar y mejorar la asistencia pública de salud, que dentro de lo poco que tiene, logra mucho, atendiendo al 80% de la población nacional

CESFAM PREVENTIVOS

En las líneas anteriores hemos mencionado los Cesfam, se ha definido su significado, pero en verdad, ¿cuál es su función? Y es ahí un punto crucial, en el que radica esta “congestión” dentro de estos centros. En palabras de la directora del área de salud de la Corporación Municipal de Viña del Mar, María Alejandra Cortés “hay un problema de idiosincrasia en la población”. Cortés afirma que “la gente cree que si tiene un accidente, debe asistir al Cesfam (conocidos como consultorios antiguamente), y no es así. Su labor es preventiva: dar pautas a la población de cómo llevar una vida sana, un control para una salud efectiva, no cumplir un rol biomédico, a diferencia de los hospitales. Es súper sencillo, tú tienes un choque y te llevan al hospital, no al Cesfam”.

En relación a este mismo tema, la directora explica que los Cesfam, aparte de ser preventivos, cumplen roles terapéuticos, contando en sus filas con diferentes especialidades para otorgar una salud completa e integral a la familia. Por eso en la comuna de Viña del Mar, cuentan con tanto apoyo por parte del municipio. “Son parte de la red de integración que proponemos a la población para que puedan satisfacer todas sus necesidades, por lo que cada peso gastado en ellas nos parece correcto y hasta podría ser más

PROBLEMAS COMUNALES, RECURSOS MUNICIPALES

Por un lado, se cree que el mayor aporte debe ser por parte del Estado, como órgano patriarcal de sus ciudadanos; pero por el otro, hay quienes opinan que en cuestiones de la comuna, son los organismos comunales los que debe responder por las necesidades de ésta.

El concejal Jaime Varas (UDI) realiza una apuesta atrevida: “se debería deliberar, con el concejo, el presupuesto otorgado a la salud en la comuna. Es un bien común para todos los miembros de ésta y los beneficia en un alto porcentaje, por lo que este tipo de políticas sociales deben verificarse y realizarse

Con respecto a un mayor aporte estatal a la salud pública primaria, el concejal reafirma su postura. “Por supuesto que dentro de las políticas de  nuestro Presidente se encuentra otorgar mayores bienes a la salud y a cualquier problemática social que se suscite, como es la educación o el desempleo, pero si por el momento podemos subsanar el problema como comuna, es un gran comienzo, lavemos la ropa sucia en casa”.