Estimados lectores:

En medio de un mundo repleto de información e individualismo, un dolor profundo que afecta a las personas es la soledad. Pretender ser felices exige mirar la dimensión de los afectos, entrar al terreno de los sentimientos, renovar esa mirada inocente de los primeros amores, superar las crisis de pareja, construir proyectos en los que podamos encontrar realización personal en armonía con quien amamos.

Este espacio no será un consultorio sentimental que sirva para degradar el amor, ni tampoco pretende plagiar a grandes maestros como los fueran Jean de Fremisse o el Profesor Nostradamus. Simplemente será un canal de comunicación en medio de una vorágine de hombres y mujeres solitarios que necesitan volver a creer en el idilio, en esas mariposas que llenan el pecho de suspiros, cuando divisamos a alguien que nos gusta. Este espacio buscará ayudarles en este propósito auténtico de entregar una opinión, un consejo que les ayude a recuperar el amor, les motive para hacer de la pasión un motor de sus vidas, recuperar la ensoñación que produce amar, la adrenalina que aprieta el estómago cuando nos acercamos a esa persona que nos ha remecido el corazón.

El ­­Epicentro me permite llegar a ustedes para compartir sus sueños y ansiedades, encontrar consuelo para los dolores del alma y expresar esas situaciones calladas que cuesta verbalizar y que requieren un oído amigo que sea capaz de dar una opinión. Escríbanme para hacer este ejercicio de redescubrir en la vida esas vetas desgastadas del amor, la conquista, la seducción, los juegos que llevan a conjugar en la vida una sonrisa de dos, una música de dos, un sueño de dos.

El Caballero de la Rosa queda atento a sus consultas, a sus historias. Escríbanme sin temor a este correo chevalierenrose@gmail.com. Desde ya quedo en espera de sus consultas y comentarios.

El Caballero de la Rosa.