Por Eduardo Poblete Araya

La reciente celebración por los 120 años del club más antiguo del fútbol chileno, se vio empañada por la pésima campaña que el plantel profesional cumple en la presente temporada. Para peor, la elección del nuevo entrenador tras la traumática partida de Arturo Salah, deberá abocarse única y exclusivamente a salvar la categoría, dejando de lado los objetivos de convertir al Decano en actor principal del balompié nacional.

 

La última derrota ante Antofagasta en Valparaíso, agotó la paciencia de los hinchas más recalcitrantes de Wanderers. Varios incluso quisieron traspasar las barreras de seguridad e incluso, llegar a los hechos, queriendo cobrarse justicia por sus propias manos, con jugadores y dirigentes. Incluso, uno de ellos, apareció en el sector de los estacionamientos del Velódromo Roberto Parra, para encarar al presidente de la institución, Jorge Lafrentz y pedirle la renuncia a su cargo. “Señor Lafrentz, usted fracasó. Usted y su directiva fracasaron. Váyanse. Hasta cuándo juegan con la ilusión de los wanderinos de verdad”, fue lo más amables que dijo este arrojado fanático, quien recibió por respuesta de un afligido timonel, que le invitaba a la sede del club, para revisar todos los libros contables y demostrar así, que los actuales regentes del Decano, “no se están robando la plata”, como espetan los fanáticos caturros.

Lafrentz, cara visible de un directorio que sesiona la mayor parte del tiempo en la capital, controlando “desde la periferia” el quehacer de Wanderers,  ya no da abasto con tantos insultos y el juicio público de los hinchas. “Me han dicho fascista con…de tu m…(…) hasta cuando te robai (…) la plata. Hay un alto grado de intolerancia entre algunas personas y más encima, están desinformados de la realidad de este club, al cual recibimos en la ruina. Este es un directorio compuesto por gente honesta y quienquiera que desee conocer cómo se administra Wanderers, tiene las puertas abiertas de la institución. Por lo demás, no somos nosotros los que entramos a la cancha”, afirma con tono resignado y con signos evidentes de cansancio, ante tanto escarnio público.

Los malos resultados deportivos han gatillado una serie de cuestionamientos a la concesionaria “La Joyadel Pacífico”, a quienes los wanderinos más recalcitrantes, han acusado de lucrar abiertamente, tomando como ejemplos las millonarias transferencias de Eugenio Mena, Carlos Muñoz y Sebastián Ubilla, traspasos que le han generado a Wanderers US$ 3.200.000 en ganancias. “Claro, hemos vendido, pero este club tiene un déficit operacional de $ 700 millones al año. Además, hay compromisos pendientes de malas gestiones anteriores. La gente cree que nos llenamos los bolsillos de plata y no hay nada menos efectivo que eso. El fútbol es una empresa deficitaria en Chile”, sostiene a modo de mandamiento el propio Lafrentz, ante la insistencia de estos cuestionamientos.

DEUDA DEPORTIVA

A cuatro años y medio de gestión, la “Joya del Pacífico” sigue en deuda respecto de las promesas hechas al “pueblo wanderino”, un universo variopinto de hinchas caturros dispersos por el país y el mundo, quienes se ilusionaron la idea de ver al Decano instalado entre los grandes que pelean títulos año a año. Tal fue la promesa dela Concesionaria, un aspecto que está claramente al debe. De hecho, desde el2007 ala fecha, han desfilado siete entrenadores por la banca caturra, sin que el equipo sea un actor principal de las competencias, tanto de 1ª como de 1ª B: Gustavo Huerta y Jorge Aravena, con gestiones absolutamente deficitarias en lo deportivo; el argentino Humberto Zuccarelli, que si bien cumplió el objetivo de reinstalar a Wanderers en el fútbol de honor, no lo hizo como campeón y su fútbol mezquino le valió su salida a mediados del 2010, por los malos resultados.

Luego vino el ansiado retorno de Jorge “Peineta” Garcés, aclamado por el pueblo wanderino por su éxito del 2001, pero que paralelamente, se enfrentó en tribunales con el club del que dice ser hincha, por líos de dineros. Para peor, el pintoresco entrenador de los ternos caros y peinado ochentero, se envolvió en una pública disputa con el gerente del club, Ignacio Eguiguren, sellando para siempre, su retorno a la tienda porteña.

Asesorados por quien sabe qué mente futbolera más interesada en los dividendos económicos que en el éxito deportivo, los dirigentes dela Concesionariaapostaron por el argentino Juan Manuel Llop como técnico para el primer equipo. Llop, quien cumplió campañas sólo regulares en Argentina y un paso discreto por el Emelec de Ecuador, desconocía totalmente el medio chileno y su apuesta “a lo Bielsa” fue sólo un discurso para la galería, pues el equipo jugaba a nada. Asumió entonces Héctor Robles (en su segundo interinato), salvando al equipo de caer a la 1ª B, gracias a una milagrosa escapada en la promoción, ante un discreto Naval de Talcahuano.

Asomó entonces el nombre de Arturo Salah Cassani, un técnico de trayectoria y nombre mayor en el espectro local, muy del gusto de todo el directorio dela Concesionariapor ser del perfil que por largos años buscaban para darle una identidad al fútbol caturro: Serio, profesional universitario (Salah es ingeniero civil químico) y amigo de los procesos y desarrollo del fútbol joven. No obstante, su línea de trabajo, acaso algo disonante en tiempos de un fútbol vertiginoso que de “puro toque”, y su excesiva “caballerosidad”, no bastaron para que el Decano se convirtiera en protagonista de la actual temporada futbolística.

“Gran parte de esta crisis futbolística es responsabilidad de los dirigentes. Digo esto, porque el norte de las Sociedades Anónimas que están en el fútbol, es el lucro, el negocio. La prioridad la tiene esos aspectos y no consolidar a jugadores. En Wanderers tenemos los casos de Eugenio Mena, Carlos Muñoz y Sebastián Ubilla, grandes proyectos que fueron vendidos, pero no son jugadores consolidados y eso despotencia a clubes como Wanderers”, sostiene Oscar Valdés, periodista con militancia wanderina desde su niñez. “El que hayan desfilado siete técnicos en estos cuatro años y medio de gestión, demuestra que a los dirigentes les importan solamente los resultados, pero inmediatos. Un ejemplo de inconsecuencia es el caso de Tressor Moreno. Se le dejó ir cuando lo recomendable era mantenerlo en el equipo y no a la vuelta de seis meses, traerlo de regreso a Valparaíso”, añade el también jefe de prensa de Radio Festival.

“No conozco la interna de Wanderers y por respeto a una institución a la que quiero mucho, no puedo hablar en detalle. Pero si me duele que el club viva este momento tan terrible. Uno que estuvo acá y vivió la idiosincracia de su gente y del club, lógicamente que duele que una institución de la envergadura de Wanderers pase por esta situación incómoda en lo deportivo. ¿Responsables? En una situación así, todos los estamentos del club tiene que asumir sus culpas”, señala por su parte Mario Fabián Véner, ex goleador del plantel de Wanderers en 1996 y hoy ayudante técnico de Deportes Antofagasta.

HAY QUE SABER DE FÚTBOL

Una de las grandes críticas que se hace a los directorios de todos los clubes de fútbol, es el conocimiento cabal de la actividad que debieran tener sus regentes. Wanderers no es la excepción. “Ha habido errores en las contrataciones, poco conocimiento del medio, desfile de entrenadores, jugadores que pudieron haber llegado a Wanderers, no lo hicieron. Eso es mala gestión, así de claro”, indica por su parte el abogado Ángel Botto Oackley, también presidente de Tribunal de Disciplina dela ANFPy wanderino desde la infancia. “Lamentablemente, Wanderers es una Sociedad Anónima cerrada y dejando de lado el aspecto administrativo-financiero, en esta institución, tampoco se escucha a las personas que pueden aportar en lo futbolístico, a quienes tienen más experiencia. Y cualquier opinión en contrario, es acusado de enemigo, no se aceptan críticas, te quitan el saludo, no te hablan. Si yo no sé algo, lo pregunto. Lo digo con la mayor altura de miras, porque creer que uno lo sabe todo en la vida, es el peor de los fracasos y mucho de eso pasa en Wanderers”, agrega Botto.

“Cuando concesionamos al club en el 2008, entre otras cosas lo hicimos pensando en que el club sería protagonista de los torneos. Sin duda, es responsabilidad de los dirigentes. El que hayan pasado 7 técnicos en estos cuatro años y medio, habla de la necesidad de crear un cargo de gerencia técnica. Junto a Osvaldo León, hemos planteado como representes dela Corporación, la necesidad de crear este cargo, para darle consistencia a los objetivos deportivos del primer equipo”, plantea Carlos Bombal Serey, ex presidente de Wanderers a fines del 2007 y uno de los dos miembros del directorio central del Decano. De paso, Bombal sale al paso de las críticas que Jorge Lafrentz dispensa en cada oportunidad en la que se refiera a cómola Concesionariarecibió al club. “Lafrentz sabía en qué pie estaba el club. Y no puede quejarse, porque (ala Concesionaria) le ofrecimos un buen negocio. Conocedores de que Wanderers es una cantera inagotable de talentos futbolísticos, en este periodo se han vendido jugadores a buen precio, de manera que ese discurso de (Jorge) Lafrentz no me afecta. Antes me molestaba; hoy lo encuentro un discurso desgastado y habla mal de su gestión, no de la nuestra. Él sabe en qué pie nosotros nos hicimos cargo de la institución, heredando situaciones que se generaron de una directiva de la cual él también formó parte como vicepresidente”, remacha Bombal.

EL ROL DE LAS S.A.D.P.

“Las Sociedades Anónimas Deportivas Profesionales no son un mal instrumento para ordenar al fútbol, pero deberían regularse de mejor manera, teniendo más restricciones, como por ejemplo, ser sociedades abiertas, no que unos pocos sean dueños de las instituciones. Acá no se puede jugar con el sentimiento de los hinchas”, declara por su parte el ex presidente de Wanderers, Patricio Vidal Walton. “El actual formato de las Sociedades Anónimas permite que unos pocos regulen el andar de los clubes, con los riesgos que ello conlleva. Un ejemplo hoy es Wanderers: Un equipo que en lo deportivo, es actor secundario de la actividad. No todo debe relacionarse con el mercado”, subraya Vidal, quien aplaude la buena administración financiera del Decano, pero es un crítico feroz de los objetivos deportivos que la “Joya del Pacífico” se ha trazado con Wanderers. “Ellos, están pagando el costo del aprendizaje, de conocer cómo es este negocio del fútbol. Se han demorado en aprender. Por ahora han priorizado la venta de jugadores en vías de consolidarse y ahí están las consecuencias. En lo administrativo, la actual Concesionaria lo ha hecho bien, pero en lo deportivo, me parece que tanto ésta como varias otras sociedades anónimas que están en el fútbol, escuchan a gente que no debieran escuchar. Los jugadores de fútbol son personas complejas desde varios puntos de vista y no porque se tenga mucha plata para invertir, se garantizan los éxitos deportivos”, puntualiza el ex mandamás caturro.

Por ahora, todos coinciden en que Wanderers es un enfermo que hace rato está en la Unidad de Cuidados Intensivos. Mas, nadie quiere que este Decano se convierta en moribundo y expíe sus culpas en el infierno de la 1ª B, un fantasma que amenaza fuertemente el futuro del club más antiguo de Chile.

“Peineta” a la baja…

Jorge Garcés hizo un tremendo lobby durante la gala de Wanderers para recobrar la confianza de los regentes caturros, sin mayor éxito. Y en la política, sus intentos por ganar un cupo entre los concejales viñamarinos de la Alianza tampoco dio resultados.
 

En la cafetería del tradicional Hotel O’Higgins de Viña del Mar, Andrés Celis, concejal viñamarino de Renovación Nacional, junto a otro personero del mismo partido que no quiso identificarse, recibieron y escucharon los planteamientos de un pintoresco personaje: Jorge Luis Garcés Rojas, talquino de nacimiento, autodenominado wanderino y ciudadano viñamarino de hace varios años.
Si, “Peineta” quería entrar a la arena política desde las bases –algo asi como desde las divisiones menores-, es decir, postulando a un cargo como concejal por la Ciudad Jardín, con el sueño (o deseo) de estar codo a codo con la “Tía Coty” Reginato. Curiosa apuesta, considerando que hace varios años, el propio Garcés señaló a los cuatro vientos, que la política “no le gustaba” y que le “usaron su figura”, cuando la ex diputada Carmen Ibáñez lo incluyó en su campaña para la reelección y para formar parte de una Fundación de la cual nunca hubo claridad respecto de su funcionamiento.

Lo concreto es que los personeros de RN no tomaron muy en cuenta su eventual postulación y consideraron que la cantidad de votos eventuales que podría conseguir el aún entrenador de fútbol, no era lo suficientemente fuerte como para oficializar una candidatura en Viña del Mar. Su “identificación” con Wanderers tampoco le habría ayudado mucho en la ciudad jardín, cuyos electores son muy celosos a veces con todo lo que huela a Valparaíso.

PUERTAS CERRADAS

El otro episodio de “Peineta” tuvo lugar en el marco de la gala de aniversario por los 120 años de Wanderers. Ubicado estratégicamente entre los altos directivos de Wanderers para alguna palabrita al pasar, Garcés conversó con el histórico Eduardo “Hualo” Herrera (campeón de Chile con el Wanderers de 1968) y su ex pupilo Jorge Ormeño (con quien fue campeón el 2001), para que de alguna manera, intercedieran ante la cúpula caturra, para recomendar su nombre como entrenador del primer equipo. Herrera, caballerosamente, se excusó de acometer dicha acción, mientras que Ormeño forma parte de un amplio espectro de futbolistas chilenos que a estas alturas, ya no le cree al pintoresco adiestrador.

Sabido es también que la relación de “Peineta” con los actuales regentes caturros es nula, debido al público impasse de Garcés con Ignacio Eguiguren, gerente de Wanderers y hermano del influyente abogado Alberto Eguiguren,una de las voces que más pesan al interior de la concesionaria “La Joya del Pacífico”.

Todo indica que –y tomando en cuenta sus propias palabras- Garcés deberá buscar en el extranjero, alguna posibilidad de reengancharse en el fútbol.
Por ahora, ni la política ni en Wanderers, su presencia constituye una carta ganadora.

Basay, el escogido

Tras una serie de deliberaciones y “caídas” de candidatos potenciales candidatos al banco caturro –el argentino Juan Antonio Pizzi, el favorito del influyente directivo Alberto Eguiguren, nunca estuvo interesado en dirigir al equipo porteño-, el directorio de la concesionaria La Joya del Pacífico, escogió a Ivo Alexis basay Hatibovic, como nuevo entrenador de Wanderers.

La llegada del “Hueso”, quien viene de un polémico paso por Colo Colo, club que lo cesó en su cargo por su mal rendimiento, estuvo lejos de ser una decisión consensuada al interior del directorio caturro. No obstante, la  justificación de la regencia caturra para contratar los servicios del adiestrador, fue requerir de un técnico con “carácter y personalidad fuertes” para remecer a un equipo que requiere un brusco viraje futbolístico para no caer a la 1ª B.

Basay firmó por una temporada con la tienda porteña y su prioridad será salvar a Wanderers del descenso, y en lo posible, de la zona de promoción.
No obstante, los hinchas ven con escepticismo el arribo del “Hueso”, tomando en cuenta su pésima campaña al mando de Colo Colo durante el torneo de Apertura, club en el cual fue cuestionado además, por sus presuntos vínculos con el lider de la Garra Blanca, Francisco “Pancho Malo” Muñoz.