En descargo de una injusticia, el Concejo municipal de Valparaíso acordó adquirir el antiguo ascensor Lecheros del sector Barón, el cual fue omitido en la compra de 10 artefactos similares que facilitó últimamente el gobierno. Dicha operación totaliza $ 2.200 millones en favor de las empresas donde no participa el Lecheros.

La incongruencia es que este elevador tiene categoría de Monumento Nacional, acredita títulos legales y un estudio de rentabilidad social por la utilidad que entregaba hasta el incendio que paralizó sus operaciones en junio del 2007. La fundación data de 1908, cuando el sube y baja de los carros se accionaba mediante balanzas de agua que después se cambiaron a una caldera de carbón.

Justo Maturana, constructor civil, adquirió en 1985 los derechos hereditarios del Lecheros que ya se había modernizado con motor eléctrico Siemens, importado de Alemania. La reseña aparece en “Valparaíso sobre rieles. El ferrocarril, los tranvías y 30 ascensores”, libro de Samuel León, con fotos de Lautaro Triviño. También en una obra de Juan Cameron, poeta porteño.

Panorama actual

En la entrevista con “El Epicentro”, don Justo Maturana declara que “durante mi gestión atendí el funcionamiento del Lecheros con personal calificado y diversos servicios a nuestro público, sobre todo estudiantes. Teníamos una sala de actividades culturales.
El incendio se originó en un cortocircuito doméstico en la estación inferior que también destruyó el carro allí estacionado, sin ocupantes.”

-¿Cuál es la perspectiva actual?
“La maquinaria está en buen nivel de mantención, dentro de planta superior que tiene cuatro pisos, en tanto que los rieles y los cables de acero debieran ser revisados. Sin embargo, mis esfuerzos en búsqueda de una reactivación con ayuda superior han sido infructuosos. Las solicitudes a la Intendencia no fueron acogidas en la negociación de otros ascensores  articulares. En consecuencia, acepté con mucho interés firmar un principio de acuerdo con el alcalde Castro que permita lograr un traspaso del ascensor a la Municipalidad.”

-¿Alguna intervención del Consejo de Monumentos Nacionales?
“Bueno, en febrero tuve la sorpresa de recibir la visita del Secretario Ejecutivo, don Emilio de la Cerda, quien comprometió una ayuda de emergencia para revisar el sistema eléctrico del ascensor y bajar el carro superior a nivel de la calle, en prevención de una caída accidental.”

-¿Se cumplirá el ofrecimiento?
“La noticia alentadora es que se llamó a licitación para elegir en agosto la empresa que ejecutará las obras de emergencia, abriendo así mejores expectativas al convenio con el municipio. Entiendo que será un proceso largo y complicado, pero tengo plena confianza en la palabra del alcalde Jorge Castro.”

Pasajero prófugo

Además de los antecedentes patrimoniales y el nombre que tal vez recuerda una antigua lechería del cerro, el ascensor tiene el mérito de haber transportado a Pablo Neruda, como pasajero secreto en 1948, cuando el poeta estaba siendo perseguido policialmente por sus ofensas políticas al Presidente de la República, Gabriel González. Pero esa es otra historia.

Ahora vale destacar que la casa donde alojaba Neruda se ubica al costado de la estación superior del Lecheros, calle Cervantes N° 14, y exhibe una placa recordatoria con el mensaje del huésped famoso: “Amo a Valparaíso, novia del océano…”