Esto de los perros callejeros es algo nuevo para la actual generación; por años existió la perrera y entonces los perros vagos no eran tema.

Porteños y turistas se quejan por igual. Es evidente que la plaga de perros callejeros se hace inmanejable para las municipalidades. Paralelamente la ciudadanía indignada exige soluciones de fondo. El problema es que nadie habla con claridad.

Así y todo, con enorme esfuerzo, la municipalidad de Valparaíso mantiene en funciones un eco canil que es pionero en Chile y que significa enormes desembolsos. Pero el problema suma y sigue, porque la población canina supera todo cálculo.

Así y todo, resulta paradojal escuchar críticas acerca del «bienestar» de  estos animales, sin que nadie se preocupe del bienestar de nuestra ciudadanía que merece vivir libre de plagas, y muy especialmente cuidando a nuestros niños, víctimas de algún ataque como los que lamentablemente han sido registrados recientemente.

Hay un permanente abandono criminal de mascotas que pasan a ser perros vagos. Ante esta reiterada conducta es muy poco lo que se podrá hacer a menos que en un rapto de cordura la autoridad determine poner nuevamente en funciones a la legendaria perrera…

La pregunta es ¿alguien se atreverá?…

Por Roberto Retamal Pacheco